El Barroco (continuación)
El movimiento barroco es una evolución natural de la cultura renacentista del siglo anterior. Se produjo en los países que no aceptaron la Reforma protestante[i] (Austria, Italia, España), aunque se extendió bajo nombres diversos por otras naciones europeas. Parece que está unido a la Contrarreforma o Reforma católica[ii] nacida a partir del Concilio de Trento.
El Barroco es un movimiento de contrastes. Dos serán sus características esenciales: naturalismo e ilusionismo.
El naturalismo es el resultado final de una desilusión, la derrota de unos ideales. La novela picaresca podría servirnos de ejemplo. Una cruda descripción de la realidad, exagerada en sus tonos sombríos.
El ilusionismo consiste en refugiarse en un mundo de belleza precisamente para huir de la triste realidad. Es una actitud ante la vida, cómoda si se quiere, pero reflejo también de la conciencia. La actitud de los culteranos o gongorinos respondería a este ideario.
Frente a la riqueza literaria: la miseria económica, la quiebra del Estado, la pérdida del poder militar y político. Los reyes entregan el poder a sus ministros y comienzan a sentirse los primeros síntomas de la importancia progresiva del pueblo. El teatro se hace eco de estos problemas.
[i] Movimiento religioso surgido en el siglo XVI en el ámbito de la Iglesia cristiana, que supuso el fin de la hegemonía de la Iglesia católica y la instauración de distintas iglesias ligadas al protestantismo. La Reforma, precedida por la cultura del renacimiento y, de alguna forma, seguida por la Revolución Francesa, alteró por completo el modo de vida de Europa occidental e inició la edad moderna. Aunque se inició a principios del siglo XVI, cuando Martín Lutero desafió la autoridad papal, las circunstancias que condujeron a esa situación se remontan a fechas anteriores y conjugan complejos elementos doctrinales, políticos, económicos y culturales.
[ii] Movimiento que tuvo lugar en el seno de la Iglesia católica apostólica romana en los siglos XVI y XVII. Supuso un intento de revitalizar la Iglesia y oponerse al protestantismo.
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