¿Puede un hombre de hoy pensar cómo un hombre de siglos anteriores? La empresa parece de por sí imposible y ridícula para quien no detenga el tiempo y se vea atropellado por la idea de universalidad. Borges en su relato Pierre Menard, autor del Quijote ha procurado hacernos llevar la mente hacia esos juegos del intelecto que demandan una ardua pelea con las simplicidades.
¿Qué relación existe entre la obra visible y la subterránea e inconclusa de Pierre Menard? La primera sería la inconsciencia humana que trata de vivir el azar universal; mientras que la segunda representaría la voluntad de la idea de llevar al hombre por cauces meramente racionales.
El personaje Menard es una idea platónica que quiere volar por los cielos del pensamiento, con una fuerza cósmica capaz de explotar hasta la más remota posibilidad de estancamiento. Él no quiere ser individuo, él busca ser todos y uno solo a la vez. Por eso decide volver a escribir el Quijote sin ser Cervantes, o mejor dicho, siendo Pierre Menard en el siglo XX. De nuevo la inmortalidad como presupuesto para tal empresa.
Pero este texto usa lo anterior como pretexto para aportar una técnica interpretativa del texto literario; por lo tanto, tranquilamente, pudiera engrosar el contenido de algún libro de teoría literaria. Y esta técnica, es la idea de no considerar el contexto histórico, cultural y literario de la obra ni de su autor, imaginando la libertad de cada lector de sentirse autor pleno de la obra que lee.
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