martes, 29 de marzo de 2011

La función del poeta

Para poder combatir la injusticia debemos darle forma, darle nombre: verla. Es el primer paso para recuperar nuestro poder sobre nuestras vidas, robado sin que nos demos cuenta, poco a poco, con la sutilidad de la serpiente o del virus.
La función del poeta es revelar con su palabra, sacar a la luz, nombrar lo que el sistema mantiene tapado, disfrazado, enterrado en su marea de colores y estruendo mediático. Es un poder maǵico contra la pseudo-lógica (mito en realidad). La misma función que tuvo la invención del lenguaje: nombrar las cosas para comprenderlas, para dominarlas. Nos han robado las palabras, las han cambiado de sentido. Debemos contraatacar.

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