lunes, 24 de enero de 2011

Los amigos de Juan


Los amigos de Juan están en la playa comunitaria, llena de ficción en sus arenas y sus aguas. Duermen pensando que el mar azul llega hasta sus camas y los lleva al altar de sus sueños. Pero solo piensan. Sus actos no son sus actos; son los de nadie. Ese ser multiforme que se arrastra por las horas de tedio humano es el término medio de todo lo que les rodea.
Las playas atestadas suenan a enjambre que adora a la reina, y que no es más que el sol escondido en las almas de los que suplican volver a la vida después de todo un año de muerte del ser. Los amigos de Juan saben eso, sin embargo, se rehúsan a hacer caso a la advertencia. Por eso las cosas no salen como quieren.
A las noches las quieren pintar de risas, pero la gente se encarga de esconderlas y no les queda más remedio que seguir buscando. Entonces incursionan en las reuniones de actores para conseguir un poco de ellas. Lo consiguen, sabiendo que las deben aprovechar al máximo porque no tardarán es desvanecerse. Siguen las horas ganando valor monetario y sus ganas creciendo proporcionalmente.
Ahora son gaviotas fracturadas que cuentan historias a los vientos, quejándose de su destino para completar el tiempo que no pueden alcanzar. Estos amigos de Juan se pelean de vez en cuando por un poco de atención; pero enseguida la ponen en otro ser y se perdonan. La noche está demasiado callada para lo que vinieron a encontrar, por lo que salen de su hotel y se dirigen a la casa del tiempo presente. Una vez allí, ellos, capaces de ahogarse en aguas de licor no escatiman en seducir a sus respectivos modelos mentales de mujer. Cada uno a su rebuscado estilo combina lo que no debería. La palabra prohibida se hacía eco en esos lugares veraniegos y la historia volvía a salirse con la suya.
Ahora, los amigos de Juan se sentían satisfechos en un lugar lejos de sus casas y con ganas de no volver. Pero la vida, es así, no te ofrece lo que querés, sino lo que ella quiere. 
 
                                                                             Lic. Luis Torres

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